Hay exposiciones que te hacen mirar de otra manera, y Arte y espiritualidad, en el Centro Niemeyer, es una de ellas. Reúne casi cincuenta obras —del Renacimiento al arte de vanguardia— que hablan de lo invisible: de los ciclos de la vida, del principio y el fin, del orden y el caos.
A través de símbolos, gestos y luces, el arte nos recuerda que una imagen puede contener mucho más de lo que vemos. Hay obras que hablan de rituales antiguos, de filosofía, de emociones, de fe o de duda. En un mismo recorrido conviven Sorolla, Tàpies o Marina Abramović, el manierismo y la abstracción, la mística barroca y las vanitas que nos enfrentan a lo efímero.
El arte, al fin y al cabo, siempre ha buscado dar forma a lo que no se puede explicar con palabras: la textura, la emoción, la intuición.
El próximo domingo 23 de noviembre haremos una ruta de arte por esta exposición para recorrer ese universo simbólico y sensorial.
En el año 2021, en una entrevista organizada por el Aula de Cultura de La Voz de Avilés hablaba precisamente de las vanguardias y de cómo son capaces de convertir una idea en imagen.
Esta muestra es un ejemplo perfecto. Puedes ver la entrevista en este enlace.
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