El arte puede ser muchas cosas: belleza, juego, símbolo, refugio… pero también una forma de resistencia. A lo largo de la historia, las mujeres han sido representadas, interpretadas y juzgadas por miradas ajenas. Sus cuerpos se convirtieron en objeto de deseo, pero su deseo desapareció del relato.
Este 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, queremos recordar que la cultura también puede levantar la voz. Y lo hacemos con Histéricas, una propuesta escénica que mezcla música, historia y humor para hablar de cómo el relato hegemónico ha tratado la sexualidad femenina: patologizándola, controlándola o reduciéndola al silencio.
Histéricas reivindica el placer, el cuerpo y la voz. No da lecciones, pero sí invita a mirar con otros ojos: con ironía, con empatía y con ganas de cambiar la historia.
Esta semana estaremos con Histéricas en Luarca (25 nov) y Piedras Blancas (27 nov), y cerraremos el mes con Las mujeres facturan en Soto de Agües (29 nov).
Porque el arte puede ser un espejo, pero también un altavoz.
Y a veces, para contar lo que duele, hay que hacerlo bailando, riendo y recordando.
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